Crónica

Señal de repulsa ante el «martes negro»

Tras una jornada sin precedentes en la que murieron cuatro mujeres a manos de sus parejas o ex parejas, ayer cientos de personas salieron a la calle en  distintos lugares de España para condenar la violencia de género.

Tolerancia cero a la violencia machista fue el lema que siguieron los vecinos vallisoletanos en una manifestación organizada por la Coordinadora de Mujeres y que consiguió concentrar en la Plaza Fuente Dorada a un centenar de personas, precedidas por la pancarta que portaban mujeres de la asociación y que rezaba así: “La violencia de género es un problema de Estado”.

 

Un cielo negro, como vestido de luto, descargó lágrimas en forma de lluvia, acompañando a los manifestantes en su inmenso dolor y rabia, sentimientos que invadían las calles vallisoletanas.

 

El silencio fue el gran protagonista, solo roto de vez en cuando por los gritos de repulsa. “¿A cuántas más tenéis que matar? El machismo es terrorismo. Jueces y fiscales, también sois culpables”, entonaban los allí presentes.

 

Tras leer un manifiesto preparado por una miembro de la Coordinadora se cumplió un minuto de silencio en respeto a María Jesús y al resto de víctimas de la violencia doméstica.

 

Muchos eran los que coincidían en señalar que siendo la violencia de género un problema de gran envergadura sin embargo no se tiene tan en cuenta como otros asuntos, tales como el terrorismo.

Concentraciones silenciosas

Pero Valladolid no fue el único lugar donde se produjeron reacciones de protesta frente a este problema de Estado. Las manifestaciones tuvieron lugar en toda España.

 

Madrid, Valencia y Cádiz también acogieron reacciones de condena en sus calles, pues fue donde se produjeron los asesinatos en la jornada anterior.

 

Así en Madrid los vocales del Consejo General del Poder Judicial se concentraron a las puertas del órgano madrileño e interrumpieron la celebración de la sesión plenaria. Guardaron un minuto de silencio en recuerdo a la víctimas.

 

Por su parte, en Cullera, el bar donde se produjo el homicidio de una de las fallecidas permaneció cerrado en señal de duelo y en él se depositaron multitud de flores.